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Los Corsarios son veteranos curtidos en una vida de piratería que han viajado por las estrellas durante siglos, y han visto lo peor y lo mejor que la galaxia puede ofrecer.

Los Adeptus Custodes son un ejército sin igual. Guerreros menores verían en cada uno de sus miembros a un poderoso héroe capaz de superar a unidades o incluso ejércitos enteros de enemigos más débiles. Cuando se congregan en grupos más grandes forman una resplandeciente hueste dorada que combina velocidad y agilidad con una fuerza temible, un experto manejo de las armas y una inigualable astucia táctica.

Las Mandrágoras Drukhari se arrastran y se acercan a sus presas como pesadillas sobrenaturales en las sombras, apareciendo de repente con miradas de odio danzando por sus inconstantes facciones. Aquellos que sobreviven al impacto de sus rayos impíos pronto caen presa de los tajos de sus filos trémulos.

Los cascos con forma de cráneo de los Segadores Siniestroses un espectáculo escalofriante en sí mismo. Estos Guerreros de la Senda ejemplifican al Dios de la Guerra como Destructor, y sus formidables trajes de guerra recuerdan a los de su fundador, Maugan Ra. Los Segadores Siniestros desatan abrasadoras tormentas de fuego con sus Lanzamisiles Segador de largo alcance, ya sea usando misiles pléyade que destrozan la infantería o la variante Estrella que es perforante. Estas salvas son escalofriantemente precisas, gracias no solo a los sistemas de puntería avanzados, sino también a la armadura de los Segadores Siniestros, que los ancla firmemente al suelo mientras disparan, lo que les permite arrasar a sus enemigos desde la seguridad de la cobertura.

En la sombría oscuridad del lejano futuro, solo hay guerra.

La galaxia se retuerce en el puño de la guerra que todo lo consume. El Imperium se tambalea al borde de la aniquilación, acosado por señores de la guerra herejes, brujas invocadoras de daemons y rapaces imperios alienígenas. La Gran Fisura surca el vacío, una herida desgarrada que atraviesa el corazón del reino del Emperador y desangra todo con locura y mutaciones.

En cada sistema estelar y en cada planeta, la batalla se libra con más ferocidad que nunca, mientras leales, herejes y alienígenas desgarran la realidad misma en su guerra por el dominio. Cada día las llamas crecen más - esta es una era más terrible que nunca, porque no hay paz entre las estrellas...

Los últimos del Infierno es el apodo que recibe el 101.º Regimiento de Cadia, siempre al frente en la guerra de la humanidad contra la oscuridad. Minka Lesk, capitana de la séptima compañía, lidera a su escuadra de veteranos contra viento y marea. Junto a ella marcha el legado de Cadia, nuevo y viejo, legítimo y trasplantado... mientras ellos resistan, Cadia resistirá.

El Guardián de las Almas Kygharil guía a su pequeña banda de tenaces Aeldari a través de la Telaraña para defender los portales ocultos y las preciadas ruinas ancestrales de su mundo astronave. Los supersónicos Vengadores Implacables conforman el grueso de esta Patrulla rápida y letal. Los acompaña una escuadra de élite de Filos Espectrales, armados con mortíferas hachas espectrales, y una unidad de Arañas de Disformidad que realizan fugaces y arriesgados saltos a través del Immaterium para sorprender al enemigo y arrojarle nubes de afiladísimo cable monofilamento.

Angron es el Ángel Rojo, Señor de los Devoradores de Mundos, el Primarca Daemon de Khorne. Criado como un esclavo en los brutales pozos de lucha de Nuceria, este semidios enloquecido buscó una muerte gloriosa en las batallas de la Herejía de Horus, solo para verse condenado a sufrir una eternidad de furia inaplacable. Durante diez mil años ha causado estragos en el Imperium, acompañado por los carniceros de la XII Legion. Cuando Angron aparece en el espacio real, es una máquina de destrucción imposible de parar, con la fuerza necesaria para derribar bastiones con sus manos desnudas y parar en seco a Titanes. Su mera presencia hace entrar en un frenesí de ira a quienes le rodean, y abrirse paso a través de ejércitos enteros en un torbellino de derramamiento de sangre apocalíptico.

Los Karrokañonez cambian parte de su capacidad de transporte por una plétora de cañones extremadamente grandes. Sus obzervadorez son excelentes para dirigir ráfagas de fuego de artillería, aunque imprecisas, sobre el enemigo. Si todo sale mal, al menos la explosión de sus grandes cargadores se llevará por delante a algunos enemigos.

Dispara a tus enemigos con una selección de mortíferas armas de disparo desde la seguridad de tu Karrokañón. También puedes transportar a tus Chikoz por el campo de batalla y elegir entre una amplia gama de opciones de armas adicionales.

Los Capitanes de los Marines Espaciales equipados con propulsores de salto conducen a sus tropas como punta de lanza de los asaltos aéreos. Son guerreros excepcionales y líderes inspiradores que se crecen precisamente cuando van a la vanguardia en la batalla. Sus ingeniosas estrategias emplean la furia y la movilidad para causar efectos devastadores.

Esta enorme arma y molona tiene suficiente dakka para acabar incluso con el objetivo más resistentes. Con una dotación de grots, los Mek Gunz se han convertido en el fin de muchos enemigos desafortunados.

El tirapompaz genera campos de burburjas de fuerza que varían en tamaño y solidez, desde grandes pelotas que impactan con la fuerza de un revés, a pequeñas burbujas que estallan con la fuerza del mismísimo Gork.

¡Cuidado con los Flash Gitz! Los Orks más ricos y presumidos de todos. Estos mercenarios viajan por la galaxia luciendo su fantástico equipo y realizando actos de piratería. Que no te engañe su ostentación. Los grupos de Gitz están muy entrenados “partiendo kráneoz” y son letales a distancia. Gork sabe que cuando abren fuego, se inicia un cataclismo.