Njal Invocatormentas es un foco elemental de furia psíquica que conjura ventiscas de dagas de hielo para dispersar a sus enemigos. Es el Alto Sacerdote Rúnico de los Lobos Espaciales y blande un bastón crepitante con el que anula la magia enemiga.

Con gran capacidad de aguante, se vuelve más peligroso cuanto más daño acumula.

¿Qué aporta a su ejército?

No tiene problemas para llegar a un objetivo y defenderlo, ya que es Inamovible y tiene Sin Miedo.

Cuando acumula daño aumenta su capacidad ofensiva incluso cuando defiende. Sumada a Intimidante lo hacen capaz de romper cualquier unidad enemiga.

Especialista en atacar unidades Grandes y Caballería.

Son una caballería muy ofensiva que encarna el espíritu agresivo y destructor de los orcos.

¿Qué aportan a su ejército?

Rabioso y su elevada tirada de ataque los hace letales cuando cargan.

El enemigo deberá atender rápidamente a la amenaza que suponen porque son muy veloces cargando.

Unidad de caballería media cuya función es flanquear para ayudar a la infantería a romper la línea enemiga.

¿Qué aportan a su ejército?

Estresan fácilmente a su enemigo cuando cargan, con la finalidad de obligarle a superar una prueba de VOL para no desmoralizarse y huir.

El terreno accidentado no les afecta, por lo que pueden cargar y asaltar a través de él.

Es un apoyo extremadamente frágil, pero poderoso a nivel táctico.

¿Qué aporta a su ejército?

Puede alargar o acortar la duración de la ronda de juego

Permite la activación consecutiva de una unidad aliada

Prácticamente asegura que la Hegemonía de Embersig obtenga la iniciativa al principio de la partida, lo que le permite controlar quién despliega antes o quién comienza activando primero.

La Guardia Eterna es la encargada de defender el bosque de Athel Loren durante los largos meses de invierno. Solo quienes demuestran su pericia en el campo de batalla tienen el honor de engrosar sus filas, pues su misión es difícil a la par que peligrosa.

Solo en inglés.

The Wood Elves made the great forest of Athel Loren their home in the ancient days, and have defended it from Orcs, Beastmen, Dwarfs, and anyone else who would violate their sacred groves. Rejecting heavy armour, they are light on their feet, moving through the forest with ease and grace to ambush their clumsy foes.

Los ejércitos de los Devoradores de Mundos son hordas poco sutiles de guerreros frenéticos, daemons babeantes y cultistas enfurecidos, a duras penas organizados como fuerza de combate. Se lanzan al combate sin planear demasiado la táctica, intentando simplemente derramar la mayor cantidad de sangre posible para su deidad.

Los Señores Vampiro en Pesadilla abren sangrientos senderos entre las filas enemigas con cada carga atronadora. Las pezuñas herradas de la bestia aplastan pecheras y hunden a los enemigos en el fango mientras su jinete no muerto ataca con espada o hacha, sajando gargantas con cada golpe.

El Príncipe Vhordrai es el caballero vampiro más temido que existe, el legendario castellano (y prisionero) de la Torre Carmesí. Cuando es liberado de su fortaleza maldita para hacer la guerra contra los mortales, Vhordrai monta a lomos del draconita no muerto Shordemaire. Esta bestia ancestral puede fundir carne y metal con su aliento pestilente antes de descender en picado para que su amo pueda ensartar a cualquier superviviente con su Lanza de sangre.

Con el estruendo devastador que provocan a gran escala, los Marines Ruidosos saturan la zona de guerra con oleadas penetrantes de clamor atronador, ondas de destrucción acústica y otros ataques psicosónicos. Estos hedonistas adoradores de Slaanesh son insensibles a la mayoría de los estímulos y buscan causar la aniquilación más cacofónica posible para desembotarse los sentidos.

Los Lores Exultantes encarnan el deseo obsesivo de los Hijos del Emperador del experimentar sensaciones nuevas y terribles. Poseen todo tipo de mejoras sensoriales que les permiten disfrutar de la emoción del combate a un nivel que llevaría a la locura a mortales inferiores. Armados con látigo y pistola, lideran desde el frente mientras masacran a los enemigos con una morbosidad exquisita.