Los Jardineros del Gran Padre han notado que las sofocantes entrañas de Ascuagarda están maduras para transformarse en un caldero de plagas, sobre todo ahora que la piedrascua atrae a tantos huéspedes potenciales...

Como líder de esta banda, el infesto Flemoso el Panzudo considera que su deber es simple: difundir las bendiciones de Nurgle por todos los reinos. Para ayudar a Flemoso a cultivar su putrefacto jardín no solo cuenta con sus compañeros Portadores de Plaga como Slunge, Strewg el Gusanos y Dripterus Ojos de Mosca: también le acompaña Supurante, la mosca daemónica que se deleita inyectando vileza directamente en los seres vivos.

El aire siniestro que rodea a un Señor Hechicero está saturado de magia oscura que emana un miasma de perdición. Utilizando su dominio de los poderes daemónicos y sus dones adivinatorios, estos brujos aumentan el poder de sus aliados al tiempo que lanzan sus propios hechizos devastadores sobre el enemigo.

Los Esclavos de la Oscuridad son mortales que han jurado lealtad a los poderes ruinosos del Caos a cambio de retorcidas bendiciones.

Los Marines Desoladores están especializados en provocar una devastación generalizada entre las tropas enemigas. Tanto si disparan ojivas directamente a infantería armada hasta los dientes y fuerzas blindadas rivales como si lanzan andanadas cegadoras con sus lanzamisiles castellanos aéreos, estos guerreros causan una cantidad espeluznante de víctimas en el enemigo.

Un motorizta trata su montura con verdadero cuidado, no tanto porque su motocicleta de guerra sea un signo de gran prestigio, si no también por el increíble subidón de adrenalina que cogen a causa de la velocidad. Nada, excepto bombardear al enemigo desde un cazabombardero orko, se puede comparar a la excitación de lanzarse a toda velocidad hacia el enemigo, montado en una motocicleta de guerra y con todas las armas abriendo fuego a la vez.

Los Guerreros del Caos son la pesadilla de los Reinos Mortales, envueltos en hierro forjado en el infierno y henchidos de bendiciones oscuras. Legiones enteras de estos asesinos blindados marchan a la batalla en busca de favor divino, atados al servicio de un poderoso caudillo por rituales sangrientos. Cada Guerrero del Caos es equiparable a varios mortales inferiores, y todos albergan ambiciones de volverse aún más poderosos.

Los Kasrkin son la élite entre la élite. A estos agentes especiales se les confía el armamento más potente, como rifles láser potenciados, y se equipan con una gruesa armadura caparazón que los protege en las zonas de aniquilación más peligrosas.

Los Operativos Inquisitoriales son comandos secretos compuestos por servidores personalizados y soldados asignados por todas las ramas militares. Cuentan con el respaldo de peligrosos psíquicos, asesinos convictos con habilidades demasiado "útiles" como para desperdiciarlas y fanáticos religiosos cuyo fervor los protege de experiencias que llevarían a las almas más racionales a la locura.

Los Señores del Caos han pasado incontables vidas mortales al frente de sus traidores guerreros, exigiendo a quienes están bajo su mando que actúen con absoluta crueldad. Algunos marchan a la batalla equipados de propulsores de salto que favorecen su movilidad. Estos brutales cazadores portan una variedad de armas malditas durante la persecución implacable de sus presas por el campo de batalla.

Las bandas de Marines Espaciales del Caos son a menudo una diversa mescolanza de Astartes Herejes, espeluznantes mutantes y esclavos cultistas. Los despiadados amos sacrifican insensiblemente a sus guerreros mortales para obtener más tiempo para los más valiosos Astartes Herejes mientras, a la vez, ofrecen a esos mismos Marines Espaciales del Caos a recibir a los Daemons de la disformidad.

Los Mil Hijos avanzan hacia la batalla en medio de las llamas de disformidad caleidoscópicas y rayos de hechicería pura. El corazón de estos ejércitos arcanos está compuesto por Marines Rúbrica, guerreros implacables que lanzan salva tras salva contra el enemigo, marchando al mando de poderosos hechiceros y diabólicos maestros infernales que gobiernan su legión fracturada. A su alrededor chillan las manadas de Tzaangors, tropas de choque mutantes armadas con espadas malditas y hechicería oscura.

El Paladín del Emperador es un humilde guerrero arrancado de las filas de los Templarios Negros por la voluntad divina del propio Emperador. Los furiosos golpes del enemigo resuenan en su impenetrable Armadura de la Fe, mientras el Campeón busca a los generales y héroes enemigos y los mata a estocadas de su Espada Negra.

Envueltos en una luz dorada, estos implacables guerreros son capaces de resistir innumerables heridas y, a cambio, abatir a innumerables enemigos. Su armamento sagrado se guarda en el Reclusiam de los Templarios Negros, y si el Paladín flaquea y cae, se lanzan cruzadas para recuperar este armamento sagrado.