Selika es una tiradora solitaria con la capacidad de poner el estado ralentizado a varios objetivos simultáneamente. Además, puede aumentar la cadencia de disparo de los Arqueros de Hielo a los que se una y, en menor medida, curarlos y retirarles estados.

Es Emboscadora y permite a los Arqueros de Hielo disparar dos veces durante su activación.

Eskold es un magnífico guerrero, con la extraña capacidad de unirse a los Jinetes de Huargo, pese a ser infantería.

Sus enemigos reciben el estado acobardado sólo por trabarse con él. Puede estresarlos además si les inflige daño en combate.

Mejora a las unidades a las que se une, otorgándoles la palabra clave Élite y aumentando en 1 su moral.

Ansera Noighman, Engineer

Apoyo especializado en mejorar las prestaciones de sus aliados, ya sea en solitario como acompañando a una unidad.

¿Qué aporta a su ejército?

Inmunidad a los estados desarmado y vulnerable.

Mejoras personalizadas según la unidad a la que se una.

Puede unirse al Armazón de Guerra, mejorando su movimiento y su ataque. Además, puede curarle heridas.

Gale Falchion:

Este personaje hace principalmente las funciones de guardaespaldas de otros personajes aliados

¿Qué aporta a su ejército?

Permite a un Heraldo del Fuego Gélido mover coordinado con ella (y viceversa, ella puede mover cuando lo hace el Mago).

Puede interponerse como objetivo de cualquier ataque declarado contra un personaje aliado cercano.

Skulltaker es el campeón inmortal de Khorne y el más poderoso de los Bloodletters. Siempre en busca de cráneos dignos para su amo y señor, observa el campo de batalla para localizar el mayor campeón del enemigo, y al hallarlo brama un desafío y se abalanza para poner punto y final a otra leyenda más.

Skulltaker es un brutal asesino de héroes. Puedes usarlo tanto en Warhammer 40,000 como en Warhammer Age of Sigmar, y en ambos universos abatirá rápidamente campeones oponentes en combate cerrado a la vez que impulsa a tus Bloodletters a darlo todo en la pelea.

¡Matar! ¡Mutilar! ¡Quemar! Ese es el mantra de Khârn el Traidor, y se ha hecho famoso por todo el Imperium como una señal de masacre avecinándose. Khârn encarna el sendero de ocho partes de Khorne. Este encallecido capitán de los Devoradores de Mundos corre hacia la batalla profiriendo gritos de guerra y dejando a su paso tanto amigos como enemigos despedazados.

Las daemonic mounts son creadas mediante brujería maligna, invocadas al Viejo Mundo mediante oscuras ceremonias de sacrificio y apaciguamiento. Estos corceles infernales pueden entonces ser vinculados a un Chaos Lord en particular, a menudo como parte de estos mismos rituales oscuros.

Los Warrior Priests of Sigmar guían e inspiran a las tropas en combate mientras velan por su bienestar espiritual. Son muchas las ocasiones en que, con un discurso enardecedor o un paseo por el campamento, uno de estos fervientes predicadores ha logrado evitar un motín o devolver la fe y la esperanza a un ejército cuando las palabras de su general habían caído en saco roto.

Fuegan se ha dedicado por entero a la destrucción de los enemigos de los Asuryani, y el rastro de cadáveres que ha dejado a su paso se extiende por toda la galaxia. Aquellos en quienes recala la mirada son erradicados de la existencia con ardientes descargas de su pica ígnea, Cantabrasador, o los parte por la mitad con los furiosos golpes del Hacha de Fuego.

Baharroth, la Muerte en el viento, se mueve con la gracilidad de un céfiro y ataca con la fuerza de un huracán. Brilla en batalla con fulgor propio, entrando en alcance, abriendo fuego y a continuación replegándose para hacer frente a su siguiente presa. A corta distancia, golpea con su Espada brillante, decapitando con su elegante filo curvo.

Los equipos de artillería del Astra Militarum utilizan todo tipo de armamento pesado para aniquilar al enemigo a gran distancia. Las distintas municiones que lanzan estas armas pesadas son capaces de eliminar escuadras enteras de infantería, abrir grietas en búnkeres reforzados y asolar convoyes blindados.

Los Chaos Warhounds son cazadores incansables que son poco más que músculos y colmillos, pero hechos aún más horripilantes por el efecto deformador del Caos, que hace que les salgan cuernos y espinas. Merodean por la naturaleza en jaurías voraces, cazando presas que van desde niños abandonados hasta jóvenes mamuts de hielo.

Fue en Rivendel donde Frodo tomó la decisión de llevar el Anillo a Mordor y lanzarlo al fuego del Monte Destino para que su poder acabara para siempre. Junto a él fueron ocho compañeros y colectivamente se conocieron como La Compañía del Anillo.

A los Demoledorez les apasiona la destrucción, incluso para los estándares orkos. Salen en misiones de sabotaje o con el único fin de reducir a escombros lo que encuentren a su paso, y para ello se valen de cohetes y martillos con los que destrozan las máquinas enemigas y todo lo que se interponga en su camino.