Llegan los Rubricae, salidos de la niebla. Muchos de estos guerreros inmortales fueron psíquicos por derecho propio, antes de que una antigua maldición los condenase a la eternidad en sus cuerpos. Su recargada servoarmadura no contiene más que polvo brillante. En combate, una luz sobrenatural y maligna lanza destellos en torno a los ojos de estos Space Marines traidores cuando abren fuego sobre aquellos a quienes en tiempos llamaron hermanos. Su armamento infernal escupe llamaradas de fuego warp sobre las filas enemigas, y tanto carne como blindaje explotan en todas direcciones a medida que descargan sus certeras salvas.

Los Termagantes son depredadores reptantes que atacan en enormes enjambres y disparan proyectiles vivientes con sus armas simbióticos. Los Enjambres Devoradores los acompañan como una alfombra de dientes y carne que devora todo cuanto se encuentra a su paso.

Los Tiránidos de Enjambre ejecutan la voluntad de la Mente Enjambre en el campo de batalla, como comandantes masivos del enjambre tiránido. Poderosos organismos guerreros por derecho propio, cada Tirano de Enjambre posee también una profunda inteligencia autónoma y una astucia estratégica que los convierte en enemigos verdaderamente letales. Cada parte de su cuerpo está perfectamente esculpida para mutilar, matar y consumir, y guiar a las bioformas menores para que hagan lo mismo.

Los Forjados en la Tormenta son los campeones del Dios Rey Sigmar, héroes inmortales imbuidos del poder de la tempestad celestial. Con martillos envueltos en rayos y un himno de venganza, defienden a los mortales contra la marea de oscuridad que intenta consumirlos. Ahora, los elegidos del Dios Rey se enfrentan a su mayor desafío, pues la Hora de la Ruina está cerca.

Los Esclavos de la Oscuridad son campeones ataviados con armaduras forjadas en el infierno, con temibles caudillos y hechiceros cabalistas que lideran a daemons, monstruos y dementes en la batalla bajo el estandarte de Archaon el Elegido. Sus filas se engrosan con aquellos que se volvieron hacia los Dioses Oscuros durante la Era del Caos para sobrevivir, todos y cada uno de ellos asesinos y traidores que recorren el precario Sendero a la Gloria.

Como una enorme araña mecánica, un Acechante de la Triarca se cierne sobre el campo de batalla con sus patas cercenando extremidades y sus devastadores sistemas de armas controlados por un Pretoriano de la Triarca de alto rango. Cuando esta bestia mecánica avanza, lo hace con una velocidad y aplomo que desdicen su brusco modo de andar. De hecho, es capaz de cubrir todo tipo de terreno con una habilidad y precisión solo comparable a la de los Bípodes de otras razas menos avanzadas. Aunque el Acechante de la Triarca puede equiparse con una amplia variedad de armas antiinfantería y antiblindaje, los Necrones suelen emplearlo como cazatanques adelantado al grueso del ejército. 

“El deber solo acaba tras la muerte”

Reclamar trofeos de guerra lleva siendo una práctica habitual entre las fuerzas vencedoras desde hace milenios. Sin embargo, lo que en el pasado eran recuerdos en forma de banderas, elementos decorativos, armas y otros artilugios, en la lúgubre oscuridad del 41.ᵉʳ Milenio son botines de guerra mucho más siniestros.

Como el héroe más consumado de la Liga Mayor de Thuria, Ûthar el Destinado es un Kâhl marcado por la grandeza. El nacimiento de su clon fue un evento envuelto en maravillas y profecías de los Votann, prediciendo un destino incierto para el que ha pasado toda su vida esforzándose y sacrificándose para prepararse. Pocos pueden evaluar al enemigo tan rápido o sin piedad como Ûthar y, una vez que tiene la medida de sus enemigos, pronto los corta en pedazos con la resplandeciente Espada de los Ancestros.

Los Venómtropos emergen de entre neblinas miasmáticas de esporas que expulsa su propio cuerpo. Sus tentáculos con forma de látigo gotean con multitud de venenos alienígenas. Son unas toxinas tan potentes que se cree que el mero contacto directo con un Venómtropo es capaz de provocar la muerte.

El Vindicator de los Space Marines, igual que el Rhino, es la miniatura de un vehículo increíblemente duro y bien acorazado. El Vindicator tiene una plétora de detalles, como descargadores de humo y un reflector, los tubos de escape y las orugas metálicas, y las pesadas escotillas e imágenes del Aquila Imperial. El cañón Demolisher es un arma inmensa que ocupa el centro del frontal del vehículo y además se puede armar al Vindicator con un misil cazador-asesino y un bólter de asalto. La escotilla puede montarse cerrada, o abierta, dejando visible al comandante del tanque.

Vizzik Skour fue creado en los fuegos apocalípticos de la Alimañada y tiene la distinción de ser el sacerdote principal de la Rata Cornuda, Señor del Roer y maestro del demencial frenesí mortal. La fuerza del diabólico fanatismo de este daemon es suficiente para agrietar la tierra y llevar a los enjambres Skaven a un frenesí de rabia.

En la sombría oscuridad del futuro lejano, sólo hay guerra.

A lo largo de los mundos remotos del Imperio de la Humanidad, en una galaxia dividida por tormentas disformes y conflictos incesantes, los ejércitos de la Humanidad luchan por sobrevivir. Con el Imperio al borde de la aniquilación, las flotas colmena Tiránida emergen del frío vacío entre las estrellas. Los Marines Espaciales constituyen la última línea de defensa entre esta voraz amenaza alienígena y los asediados mundos del Imperio.