Los Asesinos Vindicare son tiradores letales que encuentran la posición de disparo ideal desde la que localizar a su presa, mientras que contra enemigos más numerosos rápidamente incrementan su cuenta de bajas con un disparo experto tras otro. A menudo, el crujido ahogado de un rifle exitus es la única señal de la presencia de estos letales asesinos.

Las Asesinas Callidus usan la polimorfina, una droga que permite cambiar de forma, para acercarse a su objetivo, sabotear sistemas y esparcir información falsa antes de caer sobre su víctima con descargas de su devastador desestabilizador neural y feroces golpes de sus resplandecientes espadas fásicas. Estas temibles asesinas usan el engaño como un arma letal, dejando a su paso una estela de confusión.

La Celeste sacrosanta Aveline recorre la galaxia como una cruzada solitaria dando caza a los enemigos del Imperium. Pero cuando suenan las trompetas de la guerra, regresa a la Orden de la Rosa Sagrada, luchando con escudo y espada en nombre del Dios Emperador. Armada con la sagrada espada de Santa Arabella, envuelta en llamas, su ira arde como una pira que trae esperanza a los fieles en estos tiempos oscuros.

Los Asesinos Eversor son asesinos enloquecidos dopados con inestables estimulantes químicos. Se despliegan como huracanes de cuchillas destructoras, como armas de terror y devastación, desatados para asesinar no solo a su objetivo sino a cualquiera que esté a su alrededor. Incluso al morir siguen sirviendo al Imperium, ya que las sustancias químicas de sus cuerpos explotan con la potencia de una ojiva de plasma.

Los adoradores de los Dioses Oscuros saben el poder que se esconde en las palabras y los números, en los versos y en la numerología arcana. Siete es el número impío de Nurgle, y los predicadores de esta doctrina son los Tallymen. A medio camino entre sacerdotes, demagogos, escribanos metafísicos e intendentes, estos fanáticos supurantes marchan a la batalla ataviados con las herramientas de su extraño oficio: montones de pergaminos cubiertos de recuentos de siete escritos con un trazo extraño e irregular que cuentan los horrores infligidos sobre los enemigos de la Death Guard.

El Nexo Paria es unas de las zonas de guerra más disputadas de la galaxia. Cada facción tiene sus motivos para luchar por el poder en este lugar devastado y, cuando dos fuerzas se encuentran, puede ocurrir cualquier cosa.

Los Agentes del Imperium emergen de las sombras cuando la herejía amenaza con desestabilizar mundos, los cultistas intentan invocar abominaciones daemónicas y la corrupción xenos pone en peligro el reino de la humanidad. Algunos son Inquisidores de los Santos Ordos y sus variopintas delegaciones, pero este término también engloba a aterradores Asesinos, intrépidos Comerciantes Independientes, sacerdotes fanáticos de la fe imperial y otros individuos más especializados. Algunos se unen a ejércitos imperiales más convencionales para promover sus propios fines o prestar sus recursos a una batalla importante. Sea cual sea su causa o naturaleza, los Agentes del Imperium se encuentran entre los servidores más secretos y esotéricos del Trono Dorado.

Ataviados con pesadas armaduras Gravis, las escuadras de Aggressors avanzan hacia el enemigo como fortalezas de ceramita andantes. Son más móviles que algunos otros Space Marines y más capaces de atravesar terrenos problemáticos, lo que los hace versátiles; aunque suelen usarse en circunstancias o terrenos concretos, las escuadras de Aggressors también sirven como reservas para cerrar brechas en las líneas de combate o como punta de lanza en el avance. El alcance de su armamento no es muy largo, pero cuando se acercan lo suficiente como para abrir fuego, el resultado es un brutal barrido con balas de alto calibre capaz de hacer añicos una carga enemiga.

Las podridas entrañas de las Great Unclean Ones rezuman pus y enfermedades, y en cada tumefacción les crece un pequeño y malévolo demonio llamado Nurgling. Cuando el Nurgling madura, se alimenta de la roña de la Great Unclean One y sale. Básicamente, un Nurgling es la personificación de una pústula que acaba de explotar. Sus pequeños dientes son tan afilados como cuchillas, causando mordiscos infectados en sus víctimas, aunque raramente las matan directamente, sino que uno de sus ataques suele conducir a una larga agonía hasta la muerte.

Desplegados como tropas de choque, los guerreros de la Compañía de la Muerte se dirigen a la batalla liderados por Lemartes, Guardián de los Perdidos, y Astorath el Siniestro, cuyo deber es garantizar que sus hermanos de batalla de la Compañía de la Muerte encuentren la redención con una muerte gloriosa en combate. Con las letanías de Lemartes resonando en sus oídos, estos hermanos de batalla de negra armadura y los imponentes Dreadnoughts se lanzan sobre el enemigo, masacrándolo sin piedad.

Construido y plotado personalmente por un Mek, el Morkanaut posee toda la aztuzia letal de Morko. Estos artilugios, llenos de los kachivachez más brillantes del taller del Mek, existen únicamente para causar devastación.

El armamento principal del Morkanaut es un mega kañón ezpezial formado por traztoz ingeniozoz y piezas que dizparan. También está armado con doz akribilladorez pezados acoplados, dos lanzakohetez, una mega pipa ezpezial y la garra de Gorko (o kizá de Morko).

Las Rastreaalmas de Slaanesh son las escoltas de las huestes demoníacas, Diablillas que cabalgan sobre rápidos y letales corceles. Las Rastreaalmas pueden abarcar grandes distancias a una velocidad increíble; se trata de una fuerza de flanqueo excelente, capaz de superar hábilmente a cualquier adversario.

Los corceles son ágiles, criaturas inquietantes con largas extremidades y lenguas terriblemente venenosas. Se dice que una única caricia de la lengua de un corcel es suficiente para conducir a un hombre al éxtasis mortal. Las Diablillas son igual de letales, ya que sus letales garras sirven para acuchillar y rebanar a sus adversarios.