Los Mil Hijos atacan entre un infierno de mutaciones y magia disforme. Los guerreros psíquicos de esta Legión Traidora emplean hechizos de un poder increíble. Estos marionetistas dirigen a los Hermanos de Batalla que quedan de la Legión, los inmortales Rubricae, cuyos espíritus permanecen atrapados en sus armaduras. Herederos de la ambición y arrogancia desenfrenadas de su progenitor, el Primarca Daemon Magnus el Rojo, los Mil Hijos marchan en pos de conocimientos prohibidos y reliquias arcanas.

Los Mil Hijos avanzan a la batalla entre chorros caleidoscópicos de llamas disformes y rayos de magia pura. Estas huestes enloquecedoras luchan para hacer cumplir los planes laberínticos de su deidad, el Dios del Caos Tzeentch.

Cuando los Caballeros del Caos marchan a la guerra, los cielos se oscurecen con tormentas antinaturales y el suelo tiembla al paso de estas colosales máquinas de guerra. Cuando se reúnen bajo el estandarte de un líder dignamente tiránico o diabólico, las lanzas de Caballeros del Caos son capaces de destrozar ejércitos y conquistar mundos. Estas pesadillas de forja y sus pilotos herejes significan la muerte para cualquiera que se atreva a enfrentarlos en el campo de batalla.

Los Caballeros del Caos son armas que infunden terror. Ver uno de ellos acechando entre los escombros es suficiente para hacer huir a la mayoría de los oponentes antes incluso de que comience la batalla.

Un juego de 16 dados de seis caras con esquinas cuadradas para usar en partidas de Warhammer 40,000, con la temática de los Caballeros del Caos. Están fabricados en plástico acrílico de color blanco roto con efecto nacarado y muescas en tinta verde, y miden 16 mm de arista. Las caras del 1 al 5 presentan los tradicionales puntos y la cara del 6 luce el distinguido icono del casco de los Caballeros del Caos.

Los Caballeros Portarruinas cargan contra las líneas enemigas en medio de ardientes ráfagas de llamas malditas y salvas de misiles pulsoterror. Fijan su objetivo en un solo oponente o grupo hasta destruirlo, para a continuación avanzar hacia el siguiente. Estos ingenios de guerra dejan tras de sí un sendero de devastación por el que sus camaradas pueden seguirles hasta el mismo corazón de las posiciones enemigas.

Los Caballeros del Caos de la clase Perro de la Guerra actúan como jaurías de caza para sus temibles casas. Armados con una ecléctica selección de armas, estos ágiles bípodes de combate se adelantan a las terribles sombras proyectadas por los Caballeros, eliminando a los batidores enemigos y protegiendo los flancos de sus colosales señores. Pueden especializarse en combate a distancia, cuerpo a cuerpo o una combinación de ambos. Cuando se despliegan en gran número, resultan abrumadores para cualquier enemigo.

Muchos y variados son los campeones infectos que conducen a la Guardia de la Muerte a la guerra. Desde colonias individuales, a través de vectoriums y cohortes sépticas, hasta compañías de plaga y naves de las Flotas de Plaga, los Señores de la Guardia de la Muerte ocupan puestos de mando en todas las filas de la Legión Traidora: Lord Felthius, ataviado con armadura Exterminador y acompañado por sus tres Cohortes Corrompidas, es un ejemplo notable.

El Señor de las Viruelas avanza pesadamente entre una nube densa de humo tóxico y esporas. Esos vapores nocivos que brotan de la turbina miasmática que carga a hombros pueden enmascarar el avance de los guerreros de la Guardia de la Muerte, y también tumbar a los enemigos con la garganta abotargada o los pulmones derretidos.

Los Masacrejurados comparten cuerpo con el espíritu poseedor de un Devorador de Almas. Esta unión confiere al anfitrión una fuerza colosal y una rabia insaciable que los lleva a cometer carnicerías desenfrenadas. Pero contener tal poder requiere de una gran fuerza de voluntad, y la muerte de un guerrero así suele ser explosiva.

Los maestros hechiceros emplean los Robots Sekhetar como centinelas proféticos para proteger lugares de poder o acechar a intrusos desprevenidos. Estos autómatas, ocultos con hechizos de ilusión y ofuscación, esperan el momento de activar sus armas arcanas y arrojar chorros de energía empírea y misiles hechiceros contra el enemigo.

Dirigiéndose al campo de batalla como un semidiós de la guerra, Abaddon mira con desprecio a la turba mortal que se pone en su camino. Es el enemigo de mundos, un destructor de la esperanza, una perdición para la galaxia. Y a pesar de ello no es inmune al canto de sirena de la batalla, y lidera a su Black Legion a actos de masacre implacable cuando hay un enemigo digno cerca.

Abaddon the Despoiler es el personaje definitivo del Chaos. Terriblemente capaz en el campo de batalla, transformará cualquier ejército de Chaos Space Marines en una fuerza de combate letal, ya sea causando una carnicería en la vanguardia o prestando sus valiosas habilidades de aura a las tropas cercanas.